SATSE denuncia las graves carencias de personal de enfermería para vacunar contra la gripe
Este año la carencia de enfermeros se agrava por la falta de sustituciones. El estrés generado por el excesivo trabajo podría provocar problemas de salud entre los propios profesionales de enfermería. En la gran mayoría de los centros de salud, los enfermeros dejarán de realizar parte de su trabajo programado para poder vacunar.
Hoy se inicia en numerosas Comunidades la campaña anual de vacunación contra la gripe. Las diferentes Consejerías de Salud han anunciado la necesidad de que la población de riesgo se vacune pero aún nadie ha dicho que todo el peso de la campaña recaerá sobre profesionales de enfermería sobrecargados y acuciados por la escasez de plantilla, provocada por los recortes acometidos por las diferentes administraciones.
Un año más la máquina propagandística de los distintos Servicios de Salud ha puesto el énfasis en la necesidad de que la población de riesgo (ancianos, asmáticos, enfermos crónicos,…) se vacunen contra la gripe. Se ha hablado del dinero invertido en vacunas pero aún nadie ha explicado a los usuarios que, un año más, verán limitados los servicios que reciben en los centros de salud ya que los profesionales de enfermería que los desarrollan no podrán llevarlos a cabo debido a la falta de personal puesto que tendrán que dedicar parte de su jornada a llevar a cabo esta campaña de vacunación.
Los profesionales de enfermería, además de promover la atención sanitaria a demanda, realizan numerosos programas de educación para la salud (niño sano, control del embarazo), de autocuidado (diabetes, asma, hipertensión), atención a pacientes en sus propios domicilios, seguimiento de crónicos y de la salud escolar que, en muchos casos, no se podrán llevar a cabo por falta de enfermería.
Desde SATSE se explica que además de todo esto se producirá un sobreesfuerzo entre los profesionales de enfermería, más estrés, que puede provocar problemas de salud que se agravan con la falta de sustituciones de las plantillas: “Si hay más trabajo y más estrés, se producen más bajas que, al no ser sustituidas, provocan la creación de un círculo vicioso con más sobrecarga y más bajas”.
Todo esto se solventaría, explican desde SATSE, con una programación adecuada y con la contratación del personal necesario para llevar a cabo la campaña de vacunación. De esta manera se evitaría demorar programas que ahora se llevan a cabo, lo que, sin duda, generará problemas e insatisfacción de los usuarios afectados quienes son, junto con la enfermería, los verdaderos perjudicados por la mala organización.