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Una vida dedicada a cuidar y humanizar desde el Hospital Lucus Augusti
15.12.23 | Lugo
Si buscamos en el diccionario la definición de “humanizar” nos encontraríamos algo parecido a “Hacer a alguien o algo más humano, familiar y afable”.
Bajo esa premisa trabajan día a día en muchos centros hospitalarios de nuestro país, aunque no siempre fue así, aunque ahora nos parezca extraño.
Pionera de la Humanización en Galicia
Gloria Enríquez, enfermera y supervisora de humanización del Hospital Universitario Lucus Augusti de Lugo señala que su experiencia en humanización, es una historia recurrente en su vida, "porque a lo largo de ella, por mi formación en enfermería, siempre he centrado todo mi trabajo en las personas actuando con una actitud determinada y una forma de ver y de entender para aproximarme al mundo del paciente y de la familia, sin perder de vista al profesional y abrir el hospital a la sociedad, en un marco humanitario, humanístico o humanizado, donde me parece clave la presencia y participación de la enfermería”.
Humanizar
Si nos preguntamos qué significado tiene humanizar la asistencia sanitaria, Gloria Enríquez tiene claro que se trata de una nueva orientación de los servicios sanitarios. “Se trata de considerar que los pacientes son personas con derechos reconocidos a una ''adecuada a su situación, de calidad, y útil para facilitar la mejora de su proceso. Por tanto, la orientación de los servicios hacia la ciudadanía respetando su autonomía, su intimidad, sus creencias, sus valores, sus sentimientos en determinados momentos vitales relacionados con la atención, son requerimientos a incorporar de manera sostenida en el sistema sanitario que por definición tiene como finalidad resolver las necesidades de salud de las personas usuarias”.
Los profesionales, pieza clave
“Se puede considerar que una atención personal, humana, respetando la dignidad y los valores de las personas atendidas, es más satisfactoria profesional y humanamente para el conjunto de profesionales del sistema sanitario y, por tanto, tiene un valor motivador y de desarrollo profesional cuyo potencial no siempre es bien comprendido. La comunicación, la empatía, la utilización de la palabra y las actitudes como elementos ligados a los cuidados o la curación de enfermedades son elementos complementarios a la calidad científica y tecnológica que orienta a un sistema sanitario a niveles superiores de excelencia, ya que permiten compaginar la orientación hacia la calidad técnica con la búsqueda de la calidad percibida y ambos elementos conjuntamente proporcionan una óptima conjunción entre satisfacción de pacientes y satisfacción profesional” pero, orientar el sistema de salud hacia esa dirección requiere esfuerzos en facilitar caminos que despejen algunas dificultades actuales.
Llegado a este punto, de ver que existe esa necesidad de manera intrínseca a la sanidad y sus profesionales, la pregunta es ¿En qué momento se perdió la humanización? “En este momento algunos problemas como la escasez de tiempo del profesional, la gran tecnificación de la atención sanitaria, dificultades relacionadas con la adecuación de espacios, o la búsqueda de motivación profesional son elementos en los que corresponde, a quienes tienen responsabilidades de gestión, facilitar la búsqueda de soluciones, y orientar los presupuestos o los mecanismos de participación, de acogida de propuestas de profesionales y pacientes y desarrollar áreas de mejora conjuntas hacia una atención orientada fundamentalmente a las personas y cuya búsqueda redundará en una mayor satisfacción profesional.
Gloria Henríquez fue la responsable de poner en marcha el servicio de humanización del Hospital Lucus Augusti, el primero de Galicia de contar con esta unidad desde el año 2011.
“Para mí estos 11 años han supuesto una evolución, un cambio, no sólo a nivel estructural, también en el profesional ya que supuso mi inicio en el ámbito de la Humanización de la asistencia como Supervisora de esta área, no era un concepto nuevo, pero en el escenario donde arrancamos resultó innovador y transformador.
Pero ¿Cuáles fueron los objetivos principales de la puesta en marcha de este servicio? La supervisora de humanización del HULA, nos cuenta que la elección de establecer un proyecto de humanización vino dada “para contribuir al logro de una sociedad mejor, íntegra, más solidaria y más justa y a un entorno más acogedor”, señala.
Recuerda que en ese año 2011 el deseo de humanizar, de hacer de cuanto tiene que ver con la salud y la enfermedad algo digno de la condición humana “lo hicimos intrínseco e inherente a la gestión con un modelo innovador y sostenible, gracias al apoyo de las distintas Gerencias y a la Dirección de Enfermería que creen en la Humanización de la Asistencia y ahora mismo también en el marco de la Subdirección de Humanización, Calidad y Atención al Paciente del HULA actualmente enmarcado en la Estrategia de Humanización de la Asistencia Sanitaria del Servicio Gallego de Salud. “Preto de ti”, es decir Cerca de ti”, explica.
En este sentido Gloria Henríquez señala que trabajan por legado “tratamos de ser capaces de sostener la pasión sosegada de Humanizar, de ser constantes, con el fin de dejar algo que valga la pena, algo que no es anecdótico o circunstancial, algo que permita a los demás crecer, algo que combine mejor el objetivo de alcanzar resultados con la dignidad de las personas, vivimos la pasión de Humanizar pegado al propósito de Humanizar, sin pasión nos derrota la inercia, sin autenticidad nos engulle la mediocridad, trabajamos con compasión, no la compasión como piedad pasiva hacia los demás. Compasión entendida como la suma de empatía y acción.
“A lo largo de estos 11 años encontré debilidades, pero más fortalezas!”
Implantar la cultura humanizadora en la organización ha sido todo un reto. Estos años de establecimiento han tenido momentos de dificultad para su implantación, sin embargo, el carácter vital y entusiasta de esta enfermera han sido la clave para que la experiencia tenga más de fuerza que de debilidad. “parece sencillo, pero es muy complejo y requiere una importante planificación, porque la humanización no es un término abstracto o intangible que dependa de la voluntariedad de cada uno: la humanización puede definirse, puede incorporarse en todos los ámbitos, puede medirse y puede palparse”, asegura.
Cuatro puntos para diseñar la humanización en el HULA
Desde un enfoque participativo: Nuestras acciones se orientan a involucrar tanto al personal sanitario como a los pacientes, sus familiares y cuidadores. Así nos aseguramos de conocer al detalle sus necesidades reales, tanto para crear el espacio como para desarrollar modelos y procesos que mejoren la calidad de la atención sanitaria.
Enfoque multidisciplinar: Trabajamos de modo multidisciplinar que presta un asesoramiento en todo momento, implicando al personal experto y especializado de la organización.
Implementación ágil: Nuestro valor diferencial, puesto que tenemos un know-how para poder implementar soluciones de alto impacto de forma sencilla.
Soporte integral: No sólo ayudamos a crear y transformar espacios, sino que ofrecemos nuestro soporte y experiencia en la creación de toda la estrategia, elaboración de procesos, puesta en marcha de acciones específicas y el diseño final de espacios asistenciales más humanizados y menos hostiles. Acompañamos durante todo el Plan de Humanización.
Por otro lado, es importante poder valorar o medir de alguna forma el grado de humanización de los centros hospitalarios. En el HULA se realizan encuestas de satisfacción a pacientes como medida específica derivada del plan de mejora y escucha activa. Con el objetivo de conocer la opinión y mejorar, se analizan puntos como la confortabilidad, el trato, la información porque la mejora de la calidad percibida es un objetivo de 1º orden y como medida de resultados de la Asistencia Sanitaria que permite conseguir acciones específicas de mejora en aquellas áreas en las que sea preciso.
¿Cuál sería el modelo ideal de humanización?
En opinión de Gloria Henríquez, el modelo ideal de humanización tendría como columna vertebral la asistencia integral al paciente en su totalidad de forma holística “teniendo en cuenta también a su familia y su contexto, de forma individualizada y personalizada, conociendo sus preocupaciones, expectativas, valores y necesidades físicas, espirituales y emocionales.
Este modelo también supondría una asistencia segura de calidad: empatía, cercanía, escucha, sin juzgar, respeto a la intimidad, lenguaje adaptado a cada paciente.
Cuidar los entornos de atención, favorecer el acompañamiento, hacer agradables las estancias, procurar el bienestar de pacientes, abrir las UCI a familiares de pacientes ingresados. Personalizar al paciente por su nombre, no por su enfermedad. Entorno hospitalario como extensión de su casa”, son aspectos, explica Gloria Henríquez que en su mayoría ya se aplican, pero que siempre hay que tener en cuenta como un ideal de entorno humanizado.
Mucho más que una profesión, “porque mi vocación es ser enfermera”
Gloria Enríquez es de esas enfermeras vocacionales que siempre ha tenido claro cuál era su objetivo en la vida, ”Mi vocación es ser enfermera”, afirma con rotundidad, algo que le viene de saga familiar, muy influenciada por sus tías, también enfermeras, que le hicieron amar esta profesión “Gracias a ellas, he aprendido que la mejor forma de marcar la diferencia y de sentirse realizada es ayudando a los demás a mejorar su calidad de vida”. Su madre también le ayudó a decidirse por la enfermería con una frase que recordará toda su vida, y que comparte firmemente “una de las cosas más importantes en la vida es conseguir ser feliz en cualquier profesión que elijas”. Y así, bajo estas premisas Gloria Enríquez se hizo enfermera en 1981. “es una de las profesiones más gratificantes que pueden existir. Saber que al final estaría ayudando a otras personas hizo que valiera la pena el esfuerzo” afirma.
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